El Prólogo nos dice que este libro fue traducido al griego para servir de enseñanza a los judíos que vivían fuera de Palestina, especialmente en Egipto. Así entró a formar parte de la Biblia. Se llama Eclesiástico o Libro de Ben Sirá.
Se puede notar dos veces la expresión: “La Ley, los Profetas y los demás Escritos”. Es el nombre que los judíos daban al Antiguo Testamento. No usaban la palabra Biblia, como nosotros, sino que expresaban las grandes partes del Libro Sagrado. Varias veces en el Evangelio se encuentra la expresión: La Ley y los Profetas (Mateo 5,17).