Los libros de Samuel y de los Reyes nos han relatado sin interrupción cinco siglos de la historia de Israel, desde David hasta el Destierro a Babilonia.
Después vienen los setenta años de la “Cautividad” o sea, del Destierro. No toda la población fue desterrada. La mayoría del pueblo estaba formada por pequeños agricultores que se quedaron en su país. Pero no tenían jefes ni responsables espirituales y no hicieron nada para levantar su pueblo.
Los desterrados a Babilonia volvieron a su tierra con Zorobabel e hicieron renacer la nación judía. Después de comienzos difíciles se organizaron bajo la dirección de Esdras y Nehemías. Los libros de Esdras y Nehemías, que al comienzo formaban uno solo, nos proporcionan algunas informaciones sobre la obra cumplida por esos dos hombres.
En ellos no se relatan los acontecimientos con el orden en que sucedieron. Para entenderlos mejor hay que mirar los datos siguientes:
– A partir del decreto del año 538, de Ciro, varios grupos de desterrados vuelven a Jerusalén, donde Zorobabel reconstruye el Templo. (Esdras 1,1 – 4,5 y 4,24 – 6,2).
– Después, los enemigos de los judíos tratan de impedir la reconstrucción de la ciudad. (Es 4, 7-23).
– En el año 445, Nehemías llega de Persia y en seis meses reconstruye las murallas. Después, administrará Jerusalén durante doce años. (Neh 1 – 7).
– En seguida, en el año 427, Esdras viene para organizar la comunidad imponiéndole como regla la Ley de Moisés. (Es cap. 7 – 10).
– Finalmente, en el año 425, hubo una segunda misión de Nehemías. (Neh 13).