INTRODUCCION AL LEVITICO

      Cuando el niño Jesús cumplió cuarenta días, fue presentado en el Templo “según la Ley de Moisés” y ofrecieron por él “un par de tórtolas según esté escrito en la Ley”. Al sanar a un leproso, lo manda a los sacerdotes para “presentar la ofrenda prescrita por la Ley y hacer comprobar su curación”. Se podrían multiplicar los ejemplos. Jesús nació en un pueblo que tenía un culto muy organizado, con autoridades religiosas, fiestas, ideas bien determinadas sobre lo que es “puro e impuro”, sobre los sacrificios que agradan a Dios, etc.

      Los hebreos, Abraham y los suyos, practicaban los ritos y costumbres de sus antepasados. Siendo pastores, ofrecían sus animales en sacrificio. Después, en Canaán, los israelitas encontrarán entre los cananeos paganos otros sacrificios, otros usos de los cuales adoptarán varios. Sin embargo, la revelación hecha a Moisés en el Sinaí les da el criterio que va a orientar las formas de culto nuevas o antiguas:
– Dios es el Dios único, el invisible que no necesita nada pero pide que sus fieles lo sirvan sólo a Él.
– Yavé es el Dios Santo, totalmente diferente de toda criatura, y también Israel, consagrado a Dios, se debe conservar “santo”, separado de los demás pueblos.
– Yavé exige la justicia; la “pureza” exterior debe reflejar la santidad interior.

      Cuando Salomón edificó el Templo de Jerusalén, los sacerdotes fijaron las leyes religiosas y morales de Israel, redactándolas en forma definitiva en tiempos del Destierro a Babilonia. Se encuentren principalmente en el Levítico, o sea el libro de los sacerdotes levitas. Estas leyes y ceremonias estrictamente codificadas, forman un cuadro religioso en que no hay cabida para la anarquía. Parecen contradecir la piedad espontánea y libre. Sin embargo, San Pablo, profeta de la libertad cristiana, dirá que en la Iglesia debe reinar la disciplina, puesto que “Dios no es Dios de desorden, sino de paz” (1 Cor 14, 33).

      El Levítico contiene las leyes que los sacerdotes debían conocer, practicar y enseñar:
– Leyes sobre los sacrificios, cap. 1-7.
– Leyes referentes a la vida de los sacerdotes, cap. 8-10.
– Condiciones para participar en el culto (leyes sobre lo puro y lo ímpuro), cap. 11-.16.
– Leyes que rigen la vida familiar y social de un pueblo consagrado a Dios, cap. 17-27.