INTRODUCCION A GALATAS

      Pablo había evangelizado la Galacia en el año 49 (v. Hechos 16,6), dejando Iglesias florecientes. Sin embargo, en el año 53, tuvo que hacer una advertencia muy fuerte, para contrarrestar la influencia de judíos mal convertidos a la fe cristiana. Estos trataban de mostrar que Pablo carecía de la autoridad de verdadero apóstol, y qué era imposible ser verdadero creyente si no se practicaban las leyes religiosas ordenadas por Dios en el Antiguo Testamento.
      Pablo después de defender su autoridad, muestra cómo la fe cristiana nos hace libres respecto del pecado, pero también de la antigua religión y de las costumbres del pasado: sólo vale la fe al servicio del amor y de la unión fraternal.
      Pablo desarrollará una parte de estos planteamientos en la carta que escribiré cinco años después a los romanos. En la carta a los gálatas, Pablo escribe muy apasionadamente y, a veces, cuando defiende la libertad del creyente, parece olvidar otros aspectos de la vida cristiana. Por eso, es mejor leer primero la carta a los romanos, en la cual Pablo presenta la misma doctrina de manera más completa y equilibrada.

      Aparentemente esta carta es bastante despectiva respecto a todo lo dado por Dios a los judíos en el Antiguo Testamento. Hay que leer la carta a los hebreos para apreciar el aspecto positivo de la antigua Ley, la cual contenía “la figura, y la sombra de Cristo”.