Fue escrito en Egipto, como en los años 80-50 antes de Cristo, por uno de esos numerosos judíos que vivían en el mundo griego, especialmente en ese país.
Las grandes divisiones del libro son:
– No hay verdadera sabiduría si no se conoce el destino del hombre, 1-5.
– No hay verdadera sabiduría sin la verdadera religión, 6-9
– La sabiduría de Dios actúa en la historia, 10-19.
Nótense especialmente los magníficos capítulos 3-5, sobre la muerte del justo y la esperanza de la vida eterna. También el himno a la sabiduría del capítulo 7, que viene a completar lo dicho sobre el mismo tema en Prov 8,22 y Eccli 24.