Anotación a Mt 13, 31

      La parábola del grano de mostaza es comentada en Marcos 4,30. Nos presenta otra cara del Reino de Dios por la cual se identifica más bien con la Iglesia visible.
      La parábola de la levadura nos muestra cómo ésta hace subir la masa. La levadura es el Evangelio y se nos recalca el poder de transformación que contiene en sí. Conocemos a hombres y mujeres sin cultura y aparentemente sin capacidades que después de interesarse por el Evangelio y la luz que proyecta sobre la vida se han transformado llegando a ser líderes, educadores de sus compañeros. Asimismo, el Evangelio está despertando al mundo desde hace veinte siglos.
      La levadura es para la masa y tiene que ser bien mezclada con ella. La levadura es la misma pasta que la masa y tiene que comunicarle la misma transformación que se produjo en ella. Del mismo modo los creyentes han de cambiar el mundo y el ambiente en que viven, comunicándole la nueva manera de pensar y actuar que han recibido de Cristo.
      Hay que meditar esta parábola, por corta que sea, porque los creyentes tienen siempre pretextos para no convivir con otros, para no hacerse educadores de sus compañeros, para no compartir los esfuerzos de sus semejantes en los problemas materiales, educacionales y espirituales.