Anotación a Jue 2, 1

      El Angel de Yave sube de Guilgal, primer santuario israelita en Palestina al lado del Jordán, hasta Betel. Sabemos que el Angel de Yavées una manera de designar al mismo Yavé, porque el autor sabe que no se puede ver a Dios, sino a una representación suya.
      El pecado está en no haber destruido la cultura y la religión de los cananeos. Pensemos en estos comienzos: la fe verdadera está en medio de algunas tribus sin jefe ni organización y penetra en una civilización más rica pero pagana. La historia nos enseña que cuando un pueblo cambia su manera de vivir, cambia también su forma de religión. Basta ver lo que sucede ahora cuando gran parte de la humanidad está pasando de una civilización rural y tradicional a una civilización urbana e industrial. Muchos hombres están tentados de dejar su religión para adoptar una manera de vivir en que, a primera vista, no hay lugar para la fe de sus padres.
      Israel va a conocer muchas pruebas y desgracias. Sin embargo, se producirá el milagro: La fe en el Dios único no se perderá sino que más bien se afianzará.