En el momento en que Josué va a desaparecer, la presencia de Israel en los cerros y mesetas de Palestina es un hecho. Por infiltración pacífica o por sus conquistas se impusieron y lo que es más tienen conciencia de su común destino.
Las doce tribus se reúnen en Siquem, en el centro de Palestina, donde se establecieron las tribus de Josué más fuertes y que más cuidadosamente guardan la memoria de Moisés. Aquí se renueva la Alianza celebrada por Moisés (v. Ex 24).
Después de recordar las intervenciones de Yavé en favor de Israel, Josué propone a la asamblea escoger a Yavé y rechazar a los dioses extranjeros. La Ley de la Alianza se pone por escrito.
El libro de los Jueces y el primer libro de Samuel nos relatan los años de anarquía que vinieron después de la muerte de Josué. En esos tiempos oscuros, durante siglo y medio, el recuerdo de la Alianza de Siquem mantendrá la aspiración a la unidad y cierta fidelidad a Yavé.