Destacamos la parte 41, 8-20, que presenta la vuelta a Palestina como un nuevo Éxodo. Durante siglos los judíos habían contemplado su pasado, ampliando más y más el recuerdo de los prodigios realizados por Dios en la Salida de Egipto. Ahora deben mirar el porvenir. Una nueva Salida se prepara, esta vez de Babilonia, a la que acompañarán prodigios superiores a los del primer Éxodo.
¡Qué énfasis! La Biblia sigue presentando esperanzas magníficas en medio de acontecimientos modestos. En realidad, la vuelta a Palestina iba a ser el hecho de pequeños grupos y no habría otro milagro que el de su fe perseverante.
Por lo tanto el presente texto se dirige también a nosotros, creyentes de hoy que tenemos bastante ánimo para ser más que oyentes pasivos en la Iglesia. Cuando nos unimos en comunidades reducidas y tratamos de reanimar una Iglesia sin fuerzas o nos comprometemos en un esfuerzo para levantar la sociedad en que vivimos, Dios mismo nos invita a tener esperanza. Paciencia, esperanza, optimismo.