Los primeros versos presentan a Ciro, el vencedor que progresa en su conquista del Medio Oriente. En tiempos anteriores, los reyes paganos eran mandados por Yavé para castigar a su pueblo. Ahora, uno de ellos es elegido por Yavé para salvar a su pueblo. Esa es una lección de humildad para los creyentes: Dios los salva por uno que no cree y del que hizo su ministro.
Los versos 6-7, sobre la idolatría, están fuera de lugar.