Anotación a Ez 33, 1

      Jerusalén ha sido tomada. Mientras se desmoronan todas las ilusiones de los judíos y sus falsos profetas, Ezequiel comprende que llegó el término de la prueba. Más allá, quizás muy lejos, se vislumbra una resurrección. El profeta les anuncia muchas promesas en los capítulos 34 – 39. Estos tienen como introducción el presente capítulo que señala la toma de Jerusalén.
      El suceso de 33,21 se refiere a 3,26 y 24,26.
      El párrafo 33, 1-20 reproduce en forma algo diferente lo que hablamos en 3,17 y 18,21.
      33,11: En el momento de las desgracias los malos pierden toda esperanza; en cambio, el profeta, que siempre anunció desventuras, alza la voz para alentar a la conversión y nos comunica este pensamiento de Dios: Yo no me complazco en la muerte del impío… ¿por qué quieres morir, oh gente de Israel?