Entre los sabios de ese tiempo se solía hablar de cuatro imperios que se sucederían; solamente difería la manera de reconocerlos. Además teman una visión pesimista de la historia; pensaban que desde el comienzo del mundo todo iba empeorando. Lo expresaban con poner al principio la “edad de oro” y al fin el reino del fierro, o sea de las armas.
En el presente libro, los cuatro reinados sucesivos son el de Nabucodonosor, el de los Medos, el de los persas y el del conquistador Alejandro de Macedonia (reinado de fierro). De este último nace el reinado Perso-sirio que será destruido por una intervención extraordinaria de Dios.
Esta es la verdadera enseñanza. Los hombres no pueden enderezar la historia de los pueblos, que va siempre empeorando. Pero Dios intervendrá y fundará su propio Reino universal.