Anotación a Ap 2, 1

      Los siete mensajes que vienen a continuación empiezan con la palabra “conozco”. Cristo mira, conoce y ama a su Iglesia. Empieza por subrayar lo positivo y después hace los reproches. Sólo Filadelfia no es criticada. En cambio, Laodicea no recibe elogios pero sí la esperanza de un cambio.
      En cada mensaje, Cristo se presenta con algunos títulos e imágenes sacadas del Antiguo Testamento para reafirmar que es el Hijo de Dios, hombre y resucitado. Permanece invisible, pero es Señor del universo y dirige la Historia.
      Los mensajes nos dan a conocer las dificultades que enfrentaban las Iglesias de Asia:
– Por una parte, son hostilidades provenientes tanto de los judíos como de los paganos: vienen a probar la perseverancia de los creyentes.
– Por otra parte, son los “Nicolaítas”, es decir, esos cristianos que deseosos de no apartarse de los paganos, aceptaban incluso compartir con ellos los banquetes de los templos paganos, donde se comía la carne sacrificada a los ídolos: amenaza contra la fe.
– La última tentación es la que viene con el tiempo: se enfría el amor que se había despertado en los primeros momentos de la conversión.