En su guerra contra los filisteos, los israelitas desean la protección Yavé. Van a buscar el Arca (donde estaba la Ley de la Alianza), pensando que con esto Yavé está obligado a darles la victoria.
La Biblia nos muestra cómo Dios se adapta a la mentalidad de cada tiempo. Los israelitas sólo podían entender a un Dios que premia con victorias, como lo vimos en el libro de los Jueces. Pero precisamente el pueblo no permaneció fiel a Yavé. Por eso no los salva, y prefiere que el Arca caiga en manos de los filisteos.