A partir del año 740, despierta en el norte la nación de Asur y empieza sus conquistas. Todos los pueblos del Medio Oriente se asustan y tratan de resistir, animados por el otro grande, Egipto. En ese conflicto, desaparecerá Israel del norte; Samaria, su capital, será tomada y su población desterrada en 720.
En el año 736 Israel del norte y sus vecinos de Aram tratan de obligar al reino de Judá a que se una a ellos contra Asur. Entonces Ajaz, rey de Jerusalén, a pesar de las advertencias de Isaías, llama a los ejércitos de Asur. Estos destruyen a Israel y a Aram, pero también
saquean el país de Judá.
En los años 701-691 Senaquerib, rey de Asur, viene a someter a Judá. El rey Ezequías, animado por Isaías, le resiste y sucede la célebre liberación milagrosa de Jerusalén.