Abra las Puertas

La iglesia es la casa de Dios.
¿Cuánto tiempo va a continuar esto?
¿Cuándo estarán abiertas las puertas?
¿Por qué no podemos celebrar?
Me hace falta la comunión.
Necesito estar en contacto. No puedo continuar si siempre estoy excluido.
Distanciamiento social no significa ningún contacto o relaciones, solo no sin querer hacer daño el uno al otro.
Por el amor de Dios, necesito encontrar paz y alegría, perdón y amor. ¡Por eso voy a la iglesia!

“¿No sabe ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?” (1 Cor 3:16).
¿Cuánto tiempo va a continuar esto?
¿Cuándo estarán abiertas tus puertas?
¿Por qué no podemos celebrar?
Me hace falta la comunión.
Necesito estar en contacto, No puedo continuar si siempre estoy excluido.
El distanciamiento social no significa ningún contacto o relaciones, solo no sin querer hacer daño el uno al otro.
Por el amor de Dios, necesito encontrar paz y alegría, perdón y amor. ¡Por eso voy a ti!

“Les doy este mandamiento nuevo: que se amen unos a otros como yo los he amado. Sí, ámense unos a otros.” (Jn 13:34)
Eso significa que debo hacer mi mejor esfuerzo para amar a todos aquellos con los que estoy en la comunicación.
Significa que debo esforzarme por amar a todos los que se relacionan conmigo.
Significa que debo tratar de amar a todos aquellos cuyas vidas se cruzan en mi camino.
Significa que tengo que estar abierto a amar a todos que buscan entrar en mi vida.
Me pregunto, ¿si el nuevo mandamiento implica que como nos hemos amado unos a otros, Dios nos amará? (¡Espero que no!)

Es prudente en este momento que evitemos grandes asambleas, incluidas las de la iglesia.
No queremos poner en peligro la vida de otros al infectarlos sin saberlo con algo que pueda dañar. Y, no queremos estar en peligro por otros que sin saberlo pueden infectarnos con algo que pueda dañar.
Pero, por el amor de Dios, no es prudente en absoluto — va en contra de todo lo que aspiramos a ser y hacemos, sin mencionar el mandamiento del Señor —evitar el contacto y dejar fuera de nuestras vidas a todos los que vienen a nosotros en deseo y necesidad.
Puedo vivir con las puertas de la iglesia cerradas, pero no puedo vivir con las puertas de tu corazón cerradas.
Por el amor de Dios, no puedo vivir sin paz y alegría, perdón y amor. ¡Por eso voy a ti!

“Cuando el Hijo del Hombre venga . . . dirá a los que están a la derecha: Bendecidos por  mi Padre, vengan a tomar posesión del  Reino que está preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve  hambre y ustedes me alimentaron; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Estuve sin hogar y ustedes me recibieron en su casa. Estuve falto de ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.
Entonces los buenos preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber, o sin hogar y te recibimos, o sin ropa y te vestimos, enfermo, o en la cárcel, y te fuimos a ver? El rey responderá: En verdad, les digo que cuando lo hicieron con algunos de estos mis hermanos más pequeños, lo hicieron conmigo.” (Mt 25: 31, 34-40) .

(Una traducción del inglés)

10 de mayo de 2020